" EN MARTES NI TE CASES NI TE EMBARQUES "
Los antiguos romanos dedicaban al segundo día de la semana al Dios Marte, y por esa razón nosotros decimos "martes". Marte era un Dios feroz, violento. El Dios de la Guerra y la Discordia. Así que los romanos pensaban que el martes era un mal día para hacer negocios, para viajar o para casarse, ya que la discordia, el enfado y la mala suerte reinarían en todas sus empresas.
Aquellas ideas supersticiosas han pasado de generación en generación, hasta nuestros días, y el refranero popular recogió la antigua creencia: recomienda no desposarse ni embarcarse en martes, pues el Dios de la Enemistad destruirá el matrimonio y hará naufragar nuestro navío.
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