"A BUEN ENTENDEDOR; POCAS PALABRAS BASTAN"
Cuenta la historia que un rey de Francia tenía un paje muy descuidado. A la hora de comer; el monarca siempre tenía que repetirle mil veces al paje que le trajera las uvas y el queso, para que éste lo hiciese. Para darle un escarmiento, mandó darle una buena tunda de palos. Desde entonces, bastaba que el rey dijese: "Las uvas" y el paje acudía corriendo con la fruta.
Este refrán nos enseña que las personas inteligentes y despiertas han de entender las sugerencias y avisos sin necesidad de que nos den mil explicaciones.
Cuenta la historia que un rey de Francia tenía un paje muy descuidado. A la hora de comer; el monarca siempre tenía que repetirle mil veces al paje que le trajera las uvas y el queso, para que éste lo hiciese. Para darle un escarmiento, mandó darle una buena tunda de palos. Desde entonces, bastaba que el rey dijese: "Las uvas" y el paje acudía corriendo con la fruta.
Este refrán nos enseña que las personas inteligentes y despiertas han de entender las sugerencias y avisos sin necesidad de que nos den mil explicaciones.
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